Álvaro Fernández: el paradigma del fútbol moderno

Fuente: Marca.com
Cuando se desveló la noticia de la subida de Álvaro Fernández al primer equipo rojillo, a muchos nos ilusionó. Y no poco, la verdad. Era un canterano prometedor, internacional en categorías inferiores y con una enorme proyección. Una gran labor del equipo de ojeo del club en su día. Pero, con todas las declaraciones lanzadas por ambas partes en estos días, el sentimiento ha pasado de ilusión a decepción.

Dicha decepción comienza con Osasuna. No se puede tolerar que se cometan errores de tal calibre en la redacción de un contrato y que den pie a que se produzcan este tipo de situaciones. Del “y el jugador acepta” al “si el jugador acepta” hay un mundo y ahora se pagan las consecuencias.

Por otro lado, está la decepción con el jugador. Visto lo visto, Álvaro representa el paradigma del fútbol moderno: ausencia de valores, triquiñuelas y búsqueda del contrato de tu vida. Obviamente la carrera de un futbolista es corta y es, por tanto, comprensible que los jugadores busquen en ese trayecto solucionarse la vida. Se sacrifican demasiadas cosas para ser profesional de este deporte y hay que buscar compensación. Pero no es óbice para poseer unos valores que cada vez se ausentan más en este mundo. Aprovechar un error de redacción para encontrar una salida, cuando además te van a dar la oportunidad de convertirte en profesional es, cuanto menos, poco ético.

El dinero se come con patatas los valores y, si hay que pisotear a la gente que te ha dado la oportunidad de llegar donde estás, se hace. El fútbol profesional es una jungla, cada vez queda más claro. Los representantes (y en este caso los padres, lo que resulta más inquietante todavía), buscan sacar su tajada por encima de cualquier cosa y si el jugador se deja llevar, le poseen y exprimen hasta la saciedad. Aquí sólo importa ganar y ganar, títulos y dinero, lo demás no es importante. El modelo Barcelona – Madrid se impone hasta llegar a destrozar a otros clubes. Y a muchos futbolistas, porque si la jugada no te sale bien date por muerto.

Ser un club comprometido socialmente ya no está ni bien visto. Acabar tu carrera siendo un “one club man” te supone un pequeño homenaje de la afición futbolera cuando te retiras, hasta entonces y después nadie se acuerda de ti. Y esto es lo que se vende y se consume a través de los medios, luego no nos extrañe que pasen estas cosas. Duele más, mucho más, que sea un canterano quien te lo haga. Pero, no nos engañemos: las generaciones de canteranos actuales y venideras son hijas del fútbol moderno. Ni es el primer caso ni, desgraciadamente, será el último. Por hacer la vista gorda, consumir y aceptar todo esto como una religión tenemos el fútbol que nos merecemos.

Comentarios