El caso David García: división en la afición

Fuente: Osasuna.es


Pasan los días y no se producen movimientos. A falta de dos semanas para el arranque de la pretemporada de Osasuna, la planificación de la plantilla parece estar estancada. Ayer finalizaron los PlayOff de las diferentes categorías y ya se conoce la composición de todas ellas, lo que puede precipitar acontecimientos a lo largo de esta semana y la que viene. Sin embargo, en la entidad rojilla los rumores se producen más por salidas que por llegadas. Con una plantilla, en estos momentos, bajo mínimos, este hecho no deja de resultar llamativo. A las salidas de Mario, Sirigu, Vujadinovic, Digard, Loé, Jaime, Oriol Riera, Rivière y Sergio León se les suman las más que seguras de Berenguer y Kenan, además de un buen número de rumores de intereses de otros equipos por varios jugadores con contrato: Oier, Roberto Torres, Clerc, Olavide o David García.

El caso de este último ha sido el que más polémica ha suscitado en las últimas horas. Ayer por la tarde una información de Carrusel Deportivo Navarra afirmaba que Osasuna y Real Sociedad negociaban la incorporación del central navarro a la disciplina donostiarra. Pese a que, posteriormente, el periodista Fernando Ciordia desmentía el contacto entre clubes, la polémica ya estaba servida. La afición se dividió entre defensores y detractores del defensa rojillo. Los comentarios que se pudieron leer fueron muy duros, llegando a situaciones de insultos y faltas de respeto hacia el jugador.

Curiosamente, no es la primera vez que esto sucede en torno a David García. Durante la temporada hubo algún tramo en el que el futbolista fue colocado en el foco de las críticas por parte de un sector, afortunadamente mínimo aunque muy ruidoso. La temporada del canterano fue para olvidar, en sintonía con la del resto de la plantilla. Se vio superado casi en cada partido, si bien es cierto que al final de la temporada nos enteramos de que había estado jugando con la rodilla hecha polvo. Para este sector eso no importó, David es alguien demasiado prescindible. Nada importa que fuese un jugador clave en las dos temporadas de Osasuna en Segunda. No cuenta su solvencia en defensa, sus goles en las dos últimas jornadas de la 14/15, fundamentales para la salvación, o su gol en Tarragona que empataba la vuelta de las semifinales de PlayOff de ascenso. Para esa gente, el fútbol no tiene memoria más allá de la jornada anterior.

Tampoco deja de resultar llamativo que ese grupo que desea ponerle un lacito a David García lo componga, en su mayoría, la misma gente que se alegra de una posible salida de los dos buques insignia de Osasuna y del osasunismo: Oier y Roberto Torres. Llamativo es, también, que no se cansen de pedir oportunidades para Fran Mérida, que ha demostrado todavía menos que los ya citados, o que se indignen por dejar salir libre a Jaime Romero. Perder la paciencia con chavales de la cantera que no llegan a 25 años y pedirla para gente curtida que viene de fuera sólo tiene dos lecturas: o se trata de fobia hacia lo de casa, o es una necesidad patológica de remar a contracorriente. Cualquiera de ellas es preocupante.


Lo que sí calma más los ánimos es que no se trata de un sector representativo de la afición, si no de una muestra muy pequeña de la misma. El clamor de El Sadar, por fortuna, va por otra parte. Por algo será. Las redes no concuerdan en la mayoría de las ocasiones con el grueso de la afición y, en este caso, ese grupúsculo no concuerda tan siquiera con la mayoría de rojillos en las redes. Cuidemos nuestro producto, cuidemos nuestro patrimonio.

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