Fuente: Osasuna.es |
Como cada temporada, el inicio de
esta no ha estado exenta de polémica. Varios son los frentes abiertos, como ya
se ha comentado en este Blog, y este es uno de ellos. El fichaje de Albisu para
el Promesas ha traído tela este verano. El navarro ha generado una disparidad
de opiniones considerable y no por su calidad, sino por su edad. 28 primaveras
le contemplan ya y no parece, por tanto, una joven promesa que vaya a luchar
por subir al primer equipo.
Sin embargo, su participación en
el Promesas puede ser interesante para ayudar a sus compañeros de equipo a
progresar. Sin duda se trata de un futbolista experimentado, conocedor de la
categoría y con tablas, precisamente lo que le falta a la mayoría de la
plantilla del filial rojillo. El problema viene cuando el Director Deportivo de
la entidad realiza unas declaraciones que chirrían.
Braulio Vázquez, preguntado el
pasado domingo por el fichaje de dicho jugador afirmó lo ya comentado y añadió
que debería haber más de su perfil en el Promesas. Automáticamente, saltan las
alarmas. Braulio puso como ejemplo los filiales de equipos como el Barcelona,
sin tener en cuenta que poco tienen que ver uno y otro modelo. Los catalanes
tienen en su filial un equipo con el que hacer negocio con sus jugadores y, si
alguna vez se da el caso, subir a alguien a la primera plantilla. El Promesas,
sin embargo, es un conjunto de jóvenes promesas, como su propio nombre indica.
Un filial del que nutrirse, no un equipo B.
La reflexión que surge de esto
nos lleva de nuevo a pensar en el Modelo de Club que queremos. Si pensamos en
incluir jugadores veteranos en el Promesas las puertas quedan cerradas para los
jóvenes a quienes cierren el paso. Puede usarse la excusa de tener un segundo
filial, el Iruña, para que aquellos chavales sumen las famosas horas de vuelo.
Pero, hablando en serio, la Tercera División poco puede aportar a un chico que
valga para esto. Ha llamado la atención, también, el hecho de que varios
jugadores del Juvenil DH campeón de Liga hayan acabado teniendo ficha con el
Iruña, al igual que Jokin Reche, jugador fichado y anunciado a bombo y platillo
para el Promesas. Al más puro estilo del primer equipo. ¿Es más competitiva la
Tercera División que la División de Honor juvenil?
En definitiva, puede ser
interesante tener, a lo sumo, un jugador experimentado en el Promesas, y más si
hay dificultad para contar con gente joven de casa en determinadas posiciones,
pero contar con más sería un error. Ya sucedió, Osasuna tuvo una época en la
que contó con numerosos jugadores foráneos y de edades que poco se
correspondían con las de un filial. El resultado fue un descenso a Tercera
División. Aquellos jugadores ahora andan desperdigados, en su mayoría, por 2ªB
y Tercera, con excepción de Ángel y Nacho. Este año se ha contratado a un delantero,
Jordan, con unos números discretos cuanto menos, mientras que se ha vuelto a
inscribir con el Iruña a Mikel Yoldi o se ha hecho ficha juvenil a Jonathan
pese a que juega con el Promesas. ¿Son necesarios dichos fichajes? No deja de
ser un error plantear un Promesas de importación y con gente veterana. Las
cosas se están haciendo bien hasta el momento, que no cambie esa dinámica pese
a la idea de Braulio Vázquez.
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