Horas de vuelo

Fuente: Osasuna.es

El concepto ‘horas de vuelo’ se ha hecho famoso entre la afición de Osasuna desde que el Director Deportivo de la entidad, Braulio Vázquez, lo creara en el último Osasuna Responde. Haciendo referencia a la falta de rodaje de algunos canteranos, Braulio se sacó de la manga este término para defender su postura.

Allá por el 29 de junio, Osasuna anunciaba a bombo y platillo que apostaría por la cantera en pretemporada. 10 eran los nombres que daba el Club y que disparaban la ilusión de la parroquia rojilla. Irían de la mano de un entrenador, Diego Martínez, que daría cancha a la cantera sin dudar, uno de los motivos por los que se le contrató. Repasemos qué ha sido de cada uno de ellos en estos dos meses:

ÁLVARO FERNÁNDEZ


Pese a que Osasuna ya sabía que Álvaro había firmado con el Mónaco, lo incluyó en su lista de jugadores que iban a trabajar con los mayores alegando que tenía razón en sus argumentos. Su idea inicial era que fuese guardameta del primer equipo a todos los efectos y que compitiese con un fichaje para ese puesto. De momento, el riojano sigue en el Principado a la espera de lo que pueda suceder con los litigios que presente Osasuna.

JUAN PÉREZ


Tras el ‘caso Álvaro Fernández’, la entidad navarra afirmó que apostaría por el oscense para ocupar el puesto en la primera plantilla. Tras competir durante casi toda la pretemporada con Sergio Herrera, la decisión final fue contratar a otro portero (Manu Herrera) y que Juan volviese a tener ficha del Promesas para poder competir cada jornada. Se convertía, así, en el primer caso en el que se afirmaba una cosa y se realizaba todo lo contrario.

IMANOL GARCÍA


El hermano del central rojillo estaría con los mayores siempre que aceptara la oferta de renovación propuesta por el Club, ya que finalizaba su relación contractual. Llegado el momento, el centrocampista declinó la propuesta y puso rumbo Villareal, donde milita en su filial. Días después saltó la información que afirmaba que los técnicos de Tajonar, en un informe previo a la llegada del nuevo equipo de trabajo, no consideraban apto a Imanol ni para jugar con el Promesas. Tal vez el Villareal debería plantearse cambiar de equipo de ojeadores, o no…

JESÚS ARESO


El caso más polémico de este periodo. Antes, incluso, de arrancar los entrenamientos acabó firmando por el Athletic Club previo pago de su cláusula de rescisión. Esta operación no estuvo exenta de polémica, ya que se enmarcó en el periodo de negociaciones para la salida de Álex Berenguer y otras operaciones que Osasuna pretendía acometer con la entidad vasca. Todo esto desembocó en la ruptura de relaciones entre pamploneses y bilbaínos y en la introducción de cláusulas ‘anti Athletic’ en contratos y traspasos.

ANTONIO OTEGUI


Con el ribero se confirmaron las expectativas. Trabajó con los mayores en verano y volvió a la disciplina del Promesas. Unos problemas físicos le impidieron tener minutos en pretemporada y debutar, de momento, en el filial. Llegará su turno.

LUIS PEREA


El madrileño corrió una suerte similar a la de Otegui, pero jugando una buena cantidad de minutos con Osasuna en los amistosos estivales. Tanto Diego Martínez como Sergio Amatriain le están empezando a reconvertir en central.

AITOR BUÑUEL


Su futuro fue una incógnita hasta las últimas fechas. Todo hacía indicar que contaría con un dorsal entre los mayores. Sus dos últimas temporadas, tanto en Segunda como en Primera, dejaban patente que el de Tafalla es un jugador más que válido y que la categoría de bronce se le quedaba pequeña. Además, la salida de Fuentes de Osasuna y la decisión de no fichar a nadie más y que fuera Javier Flaño quien compitiera con Carlos Clerc por la izquierda, presagiaban que el dueño del carril derecho sería Buñuel. Nada más lejos de la realidad. El joven canterano vuelve a lucir su dorsal 34 a la espalda, aunque él todavía no ha aceptado la situación. Cuando ha demostrado ya que es quien más ‘horas de vuelo’ tiene en categorías superiores, horas de calidad además, y que su aportación al equipo es clara, se toma la incomprensible decisión de que regrese al Promesas.

MIGUEL OLAVIDE


El suyo es el caso más reciente. Al igual que con Buñuel, se esperaba que tuviese ficha profesional, aunque era también una incógnita. Finalmente, la logró. Sin embargo, el pamplonés acabará saliendo del Club rumbo a Sevilla, eso sí, en calidad de cedido y renovando en primer lugar, como parece indicar. El suyo no deja de ser un caso extraño, un jugador con unas condiciones tremendas para dedicarse a este deporte pero que no ha tenido minutos suficientes, ni en su posición, para demostrarlo.

KIKE BARJA


Se podría calificar ya como el primer Expediente X de este nuevo Osasuna. Después de que el Club anunciase a bombo y platillo (nota oficial y vídeo-entrevista incluidos) su incorporación definitiva al primer equipo, después de que compitiese en pretemporada como uno más, Osasuna termina anunciando que el de Noain será jugador del primer equipo a todos los efectos, pero… Jugará en el Promesas. El concepto ‘a todos los efectos’ se tambalea.

MIGUEL DÍAZ


El estellés es el único que se salva de la quema y con el que se ha cumplido lo prometido. Él sí es a todos los efectos jugador del primer equipo, ficha incluida. En estas dos jornadas todavía no ha debutado, pero su turno llegará.


Con todo esto se puede ver cómo, de los posibles cinco canteranos que podrían tener ficha profesional al inicio de verano, la cifra se ha visto reducida a tan sólo uno, descontando a Olavide por su salida. Álvaro Fernández, aprovechándose de triquiñuelas probablemente ilegales, salió del Club y su sustituto, Juan Pérez, ha acabado regresando al Promesas y se ha fichado otro guardameta. El presumible lateral derecho del equipo, internacional Sub-19, seguirá jugando en 2ªB. Olavide buscará volver a sentirse futbolista lejos de Pamplona y Kike Barja peleará su oportunidad compitiendo en la categoría de bronce.

Tan sólo siete jugadores de la primera plantilla han pasado por Tajonar (una vez descontado Olavide), una cifra que no alcanza el 32% del total del equipo. Además, de esos siete tan sólo tres han arrancado como titulares en estas dos primeras jornadas: Oier, Unai García y Roberto Torres. Cifras que deberían ser demoledoras para Osasuna, para un Osasuna que se ha vendido todo el verano como un club de cantera.

No paramos de ver cómo cada jornada, cada temporada, prácticamente todos los equipos de Segunda apuestan por jóvenes promesas, muchos de ellos teniendo su filial en 3ª. Contando Osasuna con un equipo B en la categoría inmediatamente inferior, la tónica debería ser apostar por los chavales. Las ‘horas de vuelo’ no pueden sumarse solamente en el filial, porque, de esta manera, siempre estarán verdes. El primer equipo debería ser un paso formativo más para los canteranos. El discurso de “los canteranos tienen que subir cuando estén formados y pelear en igualdad de condiciones con los profesionales” no será más cierto por mucho que se repita. Salvo en honrosas excepciones, un jugador del filial nunca estará en igualdad de condiciones futbolísticas que un profesional con años de trayectoria más o menos contrastada. Al canterano hay que darle las oportunidades para que se pueda ganar el puesto y la carrera, es fundamental. En caso contrario, repito, siempre estará verde. Al canterano hay que guiarle, orientarle, ofrecerle minutos para que demuestre y utilizar sus errores como refuerzo positivo para su progresión, no usarlo como foco de críticas. Cuando estos procesos no se llevan a cabo, el canterano acaba volando del nido en busca de un destino donde sí le ofrezcan lo citado anteriormente.


40 jornadas quedan por delante para que la gente de abajo vaya entrando. Si Diego Martínez tiene el valor de apostar por ellos, acertará, y ellos acabarán ganándose su oportunidad y desplazando a gente más veterana. Pero, repito, las oportunidades no sólo hay que ganarlas en categorías inferiores (que también, por supuestísimo y sin duda alguna), sino que también hay que ofrecerlas en el primer equipo.

Comentarios

  1. Muy bien el repaso. La campaña de de promoción de Kike Barja empezó en mayo, cuando no había ni director deportivo, ni entrenador contratados. Fue una cortina de humo para paliar la temporada.

    El trabajo del director deportivo es el de conformar una plantilla competitiva tanto dentro del vestuario, como de cara a los partidos. A primera vista puede resultar excesivo que se hayan traído tantos jugadores de banda. Pero Coris y Mateo, que a priori son los que disputarían el puesto a Barja y Olavide, han llegado en calidad de cedidos y son jugadores de un perfil similar: jóvenes y con calidad, pero que el año que viene ya no estarán por Taponar.

    De no haberse traído ningún jugador de banda, Osasuna se hubiera quedado con De las Cuevas (excesivas ‘horas de vuelo’ en las botas para disputar 42 jornadas), Olavide y Barja para esas posiciones. Si me preguntas, una apuesta demasiado arriesgada para cualquier club con dos dedos de frente. Si bien no se ha dado la situación ideal y Barja ha quedado relegado a la cuarta opción -todos queremos verle explotar y disfrutar de su calidad- su panorama no es tan terrible. Entrenará con jugadores con más experiencia y de los que puede sacar cosas muy positivas, y para el año que viene habrá tenido espejos de su talla en los que mirarse y un hueco que llenar.

    Repito: no es la situación ideal, pero tampoco sería el primer jugador de Osasuna que acaba ganándose la titularidad empezando desde tan atrás. Hay mimbres.

    El caso de Olavide es diferente: El del año pasado no era equipo para Olavide porque necesita curtirse en una división intensa como es la Segunda, pero en un vestuario con más calidad y que juegue a otro tipo de fútbol, más cercano a su estilo. El Sevilla Atlético, a priori, puede ser un buen destino porque se tendrá que sacar las castañas con jugadores de su corte. Pero, como siempre, tarde y mal.

    En el caso de la portería, creo que el fichaje de Manu tiene un perfil más pedagógico que competitivo. Aunque también lo veo capaz de competir. No olvidemos que llegó a ser Zamora de Segunda con el Elche. Y en el caso de Sergio, está claro que no es un fichaje a largo plazo: con lo visto hasta ahora estoy cada vez más convencido de ello. Estamos ante un señor porterazo, que hace dos años estaba donde está Juan ahora. Con 20 años y en Segunda B. Repito: si sigue con esa progresión, me parecerá una gran inversión; compras al portero revelación de la temporada pasada por 300K y, para cuando termine su vida deportiva en Osasuna, le das las gracias, le atas un lazo bonito y te sientas con una bolsa de pipas a disfrutar de Juan. No se le ha cerrado la puerta, ni se le va a tener en el dique seco. Su oportunidad llegará.

    Para mí el problema va más allá de los términos baladíes que atribuyes a Braulio o Diego; es un problema de la Junta. Fueron ellos los que pregonaron a bombo y platillo que este iba a ser el año de los canteranos, pero los que luego han contratado un entrenador al que le han dicho: "Tu objetivo es el ascenso".

    Será pronto para decirlo, pero con la inversión realizada y el presupuesto con el que contaremos para la temporada, no debería ser otro. Si dijeran: "Nuestro plan consiste en regresar a Primera, sanear las cuentas, recuperar el patrimonio y adaptar la estructura del club al fútbol moderno en el camino", encontraría coherencia en los fichajes que se han hecho esta temporada.

    Diego Martínez ha expresado en más de una ocasión que su trabajo en Osasuna no está pensado para el cortoplazismo, que ha venido para trabajar en un proyecto que mira más allá. Es el primer paso para un Osasuna del siglo XXI en el que los contratos de los canteranos no los redacta gente sin formación, que luego derivan en casos como el de Álvaro. Un Osasuna en el que no sólo se forma a los canteranos, también a sus familias. Porque no nos engañemos, nos movemos en un mundo en el que el dinero prima y los futbolistas no dejan de ser activos en un mercado en constante movimiento.


    ;)

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  2. Estimado Bicho Palo, por partes:

    Si lo de Barja fue cortina de humo, mal. Si Dirección Deportiva y entrenador están por encima de la directiva en la toma de decisiones, peor, por mucho que sea trabajo de los primeros.

    Los fichajes de banda no me parecen mal, 2 + Barja para 2 puestos en una liga de 42 jornadas. Otro debate sería si está bien que sean cedidos o no. A Olavide no lo cuento como jugador de banda, porque es otro perfil. Tampoco a De las Cuevas, que sinceramente no lo cuento para ningún puesto. Ni está, ni se le espera.

    Si Olavide debe curtirse en un equipo con otro fútbol (suponiendo que el fútbol del SAT sea más elaborado que el de Osasuna, cosa que dudo), ¿cuándo va a estar hecho y acoplado al estilo rojillo? ¿No sería lo suyo que se acoplase al estilo del equipo en el que, supuestamente, va a jugar? El error no es que salga, por mucha pena que me de, es como dices, que se hace tarde y mal.

    En portería me parece un error la gestión. Para mí, la dupla debería haber sido Juan - Nauzet, siendo el primero un indiscutible y haciendo el segundo esa labor pedagógica. Si no se contaba con el calvito, Juan y otro. De haber sido Manu, misma situación. Con Sergio, a rotar ambos. Juan es de los que más preparados están para la categoría.

    En todo lo último, muy de acuerdo. Ojo, no atribuyo toda la responsabilidad a Braulio y Diego. Su responsabilidad es la de hacer una plantilla escasa de canteranos y más escasa aún de gente de casa titular. La directiva la lía al gestionar un proyecto cortoplacista que, en mi opionión, no debería ser así. Proyecto a medio plazo y con un perfil bajo nos iría mucho mejor (véase último ascenso). La inversión realizada en fichajes (que no los fichajes, que está por ver) "obliga" a subir a la voz de ya, y menuda hostia nos podemos dar.

    A tu último párrafo me refiero en el artículo que escribí hace tiempo sobre Álvaro Fernández. Totalmente de acuerdo.

    :3

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